
«Cuba alcanza en el período 2005-2007 una esperanza de vida al nacer de 77,97 años para ambos sexos: 76 para los hombres y 80,02 para las mujeres. Dicho en otras palabras, ese privilegio que disfrutan por igual todos los cubanos, nos sitúa dentro del 25% de la población del planeta cuyos niños pueden aspirar a vivir 77 o más años. Significa también que los cubanos viven cinco años más que el promedio del resto de los latinoamericanos y caribeños.»
Si lo comparamos con el período 1950-1955, la esperanza de vida al nacer era de poco más de 59 años, o sea, desde entonces se ha incrementado casi 20 años.
Estas cifras extraídas del discurso pronunciado por el presidente Raúl Castro, al concluir el periódo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, son una muestra de los avances del país en materia de salud y calidad de vida en general, y del esfuerzo del Estado para no afectar estos niveles en medio de las dificultades económicas que hoy vive el mundo, y en particular Cuba, golpeada adicionalmente por un cruel bloqueo económico y financiero.
El Parlamento Cubano examinó algunos indicadores demográficos y sociales vinculados con la Nueva Ley de Seguridad Social, cuyo proyecto será sometido a la consideración popular durante este año, antes de ser aprobado, el cual modifica la edad de jubilación de hombres y mujeres, 65 años y 60, respectivamente.
Un indicador muy importante también analizado por el jefe de Estado fue cuánto más vivirá como promedio un cubano que en estos momentos arribe a los 60 años de edad. Es lo que se denomina esperanza de vida geriátrica —o sea, lo que se vive después de los 60 años de edad—, que actualmente es de 20,8 años para los hombres, el octavo lugar a nivel mundial junto a Francia e Italia —añado que Estados Unidos ocupa el 10—, y para nuestras mujeres esa esperanza de vida geriátrica es de 23,4 años, el puesto 16 en el planeta y por delante de países como el Reino Unido, Dinamarca y Noruega.
A esos años de jubilación hay que agregar los más de veinte que como norma abarca la etapa de niño y estudiante, en que lógicamente tampoco se produce nada, sino se adquieren los conocimientos necesarios, cuestión igualmente esencial.
O sea, durante un período superior a los 40 años, añadió, algo más de la mitad de la expectativa de vida de un cubano, todos los gastos en que incurre los asumen quienes trabajan, que como explicaré más adelante tienden a ser cada vez menos los que trabajan.
Es una situación demográfica y económica muy diferente a la existente el primero de mayo de 1963, que fue el año en que la Revolución promulgó la Ley 1100, que por primera vez garantizó en nuestro país seguridad social a todos los trabajadores y sus familias. Un momento en que el principal problema del país eran los miles de desempleados existentes, cuando los indicadores de la natalidad rompían el récord histórico y la esperanza de vida era aún relativamente baja; en el año 1963 era de 62 años.
«La realidad actual es radicalmente distinta e impone extender la vida laboral activa de los ciudadanos. Recuerden que en el presupuesto aprobado por esta Asamblea para el presente año, los gastos de la seguridad y asistencia social representan el 13,8%, una cifra cercana a los 5 200 millones de pesos.
»A lo anterior se suma el problema de la baja natalidad, persistente desde hace varias décadas. Este y otros factores motivaron que la población ha ido disminuyendo ligeramente en los últimos años.
»En el 2006 los nacimientos llegaron al nivel más bajo en los últimos 60 años y la población decreció en más de 4 mil habitantes respecto al año anterior. El año pasado, 2007, decreció un poco menos, producto de un pequeño incremento de la natalidad, pero se mantuvo la tendencia.
»La combinación de todos esos procesos comienza a reflejarse de manera desfavorable en la población en edad laboral. Si en 1980 arribaron a ella —o sea, a la edad laboral, en 1980, hace cerca de 30 años— más de 238 mil jóvenes, el pasado año esa cifra fue de algo más de 166 mil —o sea, 72 mil menos— y se estima descenderá hasta unos 129 mil para el 2020.
»Esos mismos pronósticos indican —como repitió en la mañana de hoy el Ministro del Trabajo— que en el año 2025 habrá unos 770 mil ciudadanos menos en edad laboral que los actuales y en los términos de la Ley de Seguridad Social vigente, serían más los que saldrían de la vida laboral activa que los que se incorporarían a ésta.
»Las personas con más de 60 años constituyeron en el 2007 el 16,6% de los habitantes del país (un año antes eran el 15,9%, o sea, en el 2006), y seguirá aumentando esta proporción en forma cada vez más pronunciada en los próximos años.
»Las modificaciones incluidas en este Proyecto de Ley, afirmó el Jefe de Estado, se aplican desde hace años por naciones que enfrentan similar situación demográfica, los países desarrollados en general, muchos de los cuales han tenido que dar este paso.»
En ese sentido, el discurso aporta algunos datos: edad de jubilación en los Estados Unidos, 65 años, tanto los hombres como las mujeres; igual en Canadá y México, entre otros de América. En Europa existen los mismos parámetros de 65 años para ambos sexos en Finlandia, Suecia, España y Alemania; y en Asia, Japón. Los que tienen establecido 65 años para los hombres y 60 para las mujeres están: En América están Argentina, Brasil y Chile; en Asia, Israel e Irán, y en Europa Italia, Polonia, Rumania y Austria —esta última, ya anunció lo elevará a 65 años para las mujeres.
»Además, muchos países han privatizado el sistema de seguridad social o no abarca a toda la población. En buena parte del mundo, el neoliberalismo ha optado sencillamente porque el Estado se vaya quitando de encima el problema y cada cual se las arregle como pueda.
En Cuba no sucederá así, según se deduce del proyecto presentado. «La aplicación de las nuevas reglas será un proceso gradual que abarcará los próximos siete años, con el objetivo de no afectar a los trabajadores que arribarán en ese período a las edades de jubilación previstas en la Ley actual, y deseen acogerse sólo a sus beneficios.»
Una vez incorporadas las consideraciones emitidas por los diputados en estos días y las que se recibirán de las consultas previstas con los trabajadores, se redactará el proyecto de Ley que será sometido a la aprobación de la Asamblea en la próxima sesión ordinaria, a finales de año.
Un ejercicio de democracia socialista que garantiza la seguridad y el bienestar de todos, y que difícilmente pueda verse en otra parte del planeta.
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bergas humana dejen un mapa la re puta que los pario