El presidente cubano, Raúl Castro, aseguró que el país trabaja por reducir al mínimo las inevitables consecuencias de la actual crisis internacional, caracterizada por los altos precios de los combustibles y alimentos. La Revolución ha hecho y continuará haciendo cuanto esté a su alcance para seguir avanzando y reducir al mínimo el impacto de la crisis, señaló durante el discurso por el aniversario 55 del ataque a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo.
Aclaró que se debe explicar oportunamente al pueblo sobre las dificultades. Hay que acostumbrarse a no sólo recibir buenas noticias, señaló ante unas 10 mil personas concentradas en la antigua fortaleza, hoy ciudad escolar. La mayoría de los cubanos han demostrado poseer los conocimientos y madurez suficientes para comprender estas realidades que resultan sencillamente insoslayables, expresó.
Otras personas, en cambio, pretenden cerrar obstinadamente los ojos ante los problemas del mundo, afirmó luego de rememorar las realizaciones del país ante el cuadro social y económico heredado por la Revolución en enero de 1959.
El país, dijo, ha hecho grandes esfuerzos por desarrollar las provincias orientales, donde hoy vive el 35 por ciento de toda la población, pero aún siguen en desventaja con el resto de la nación.
La crisis económica y los desastres naturales influyeron además en que no hayamos podido avanzar con mayor celeridad, manifestó antes de destacar el aprovechamiento que estos territorios han dado a recursos destinados a obras sociales.
En sus palabras resumió los esfuerzos de Santiago de Cuba en la reconstrucción y ampliación del acueducto, una obra que debe resolver definitivamente en 2010 el viejo y grave problema de la escasez de agua en la ciudad.
Raúl Castro ponderó las labores en varios trasvases de agua a lo largo de la nación, obras que permiten maniobrar con el agua de unas provincias a otras.
También ha sido necesario trabajar muy fuerte y con urgencia en la recuperación de los viales, buena parte de ellos prácticamente destruidos por la tormenta tropical Noel a finales del pasado año, señaló.
El presidente cubano destacó las inversiones que se realizan en colaboración con Venezuela como la petroquímica, que permite el incremento de la refinación de petróleo y la producción de fertilizantes, así como la fabricación de resinas sintéticas como el llamado PVC, que se emplea en la fabricación de petrocasas, las primeras 100 inauguradas en Cienfuegos el año pasado, e igual cifra que se construyen en el reparto La Risueña de esta ciudad.
Se acometen además, en unos casos con nuestros propios recursos y en otros con empresas extranjeras, importantes ampliaciones en el níquel, el cemento y la minería, indicó.
Muchas de estas obras, continuó, serán aquí en Santiago de Cuba y en otras provincias orientales, aunque están diseminadas por todo el país.
Es un extraordinario esfuerzo para invertir los recursos existentes en esferas que generen utilidades en el menor plazo posible, explicó el jefe de Estado, quien advirtió que como nunca debe existir estrecha coordinación entre inversionistas, proyectistas y constructores para lograr la mayor eficiencia y concluir cada obra en el plazo pactado.