NEGOCIACIONES CUBA-MÉXICO PARA CONTROLAR TRÁFICO HUMANO

Miami es la meta de la mayoría de los emigrantes latinoamericanos.Las noticias sobre varios encuentros entre las cancillerías de Cuba y México para normalizar los asuntos migratorios, y poner fin a la ruta abierta desde la isla hacia Estados Unidos —pasando a través de todo el territorio mexicano—, por la cual han llegado a transitar entre 10 mil y 15 mil personas cada año, promete poner fin a un tráfico humano que pone en peligro la vida de muchos cubanos en su afán de llegar a los Estados Unidos…

Una reunión del Grupo de Trabajo sobre Asuntos Migratorios y Consulares Cuba-México finalizó en La Habana con el anuncio de una nueva ronda en agosto y de avances hacia un acuerdo, según reportes de la agencia IPS.

Al leer los reportes sobre el tema en estos días, vinieron a mi mente los casi treinta días de incertudumbre vividos acá, y los peligros a los que parte de mi familia se vieron expuestos, al involucrarse en una salida ilegal, planificada y financiada desde territorio norteamericano.

Hace poco más de dos años, mi hija, su esposo y los dos hijos de ambos, con once y cinco años respectivamente, decidieron emigrar hacia Estados Unidos. Independientemente de las motivaciones y del bienestar que hayan alcanzado, ambos pusieron en grave peligro sus vidas y las de sus hijos menores, al enfrascarse en una aventura que los llevó de Santa Clara a la costa más occidental de Pinar del Río, y de ahí, por mar, en una insegura lancha, hasta Cancún, tras lo cual se internarían en un corredor que los conduciría por tierra hasta la frontera con EE.UU. Una vez en territorio norteamericano, la Ley de Ajuste Cubano le otorgaría inmediato derecho de asilo. La aventura, por suerte, tuvo un final feliz para ellos, no así para muchos otros que han perecido en el mar, o han sido timados por traficantes inescrupulosos, que una vez cobrados sus diez o quince mil dólares, los han abandonado en territorio mexicano.

Por cada cubano que arriba a Estados Unidos por mar, llegan otros tres a través de México, según informes del consulado estadounidense en La Habana. La ruta, que según diversas fuentes es usada por 10.000 o 15.000 personas anualmente, se ha convertido en la más «popular» vía de acceso cubana al llamado «sueño norteamericano».

Estudios especializados cubanos aseguran que en los últimos años se ha registrado una diversificación del patrón migratorio de la isla, con un aumento de los países escogidos como destino y de la salida temporal, pero, así y todo, Miami se mantiene como el destino ideal.

Fuentes de la Oficina Nacional de Estadísticas indican que la población cubana descendió en 32.811 personas el pasado año debido a la emigración.

Con saldos migratorios negativos desde 1930, la tendencia sólo cambió a positivo en 1959 con el regreso a la isla de la masa exiliada durante la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958).

Después del triunfo de la Revolución, en enero de 1959, la politización de la emigración cubana marcó este proceso como definitivo durante décadas. Hasta comienzos de los años 90, cuando Cuba aprobó la salida temporal, toda persona que optaba emigrar se iba del país «para siempre».

El sello del no retorno sigue marcando el éxodo a Estados Unidos, aunque según el especialista Antonio Aja, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, está por estudiar una discreta pero creciente tendencia al regreso al país de origen, incluso desde el país norteamericano.

Como alternativa para evadir a los guardacostas estadounidenses que vigilan el estrecho de Florida en busca de embarcaciones procedentes de Cuba, México se convirtió hace unos cinco años en una vía de tráfico humano que, por una tarifa superior a los 10.000 dólares, suele incluir la conexión terrestre rumbo a la frontera norte.

La política migratoria estadounidense con respecto a los nacionales cubanos incide, sin duda, sobre todo con la llamada ley de Ajuste Cubano, de 1966, que garantiza el asilo político y, por ende, la residencia y otros derechos a todo ciudadano procedente de la isla que ingrese en territorio de Estados Unidos.

Las personas llegadas a México terminan pagando una multa y recibiendo un «oficio de salida» que les permite cruzar la frontera con Estados Unidos, declararse cubanos y acogerse a la Ley de Ajuste que les garantiza la residencia y derechos como seguridad social, educación y permiso de trabajo.

Un reporte del diario mexicano La Jornada aseguró que en la mesa de negociaciones en La Habana se trató un mecanismo de cooperación sistemática entre las Tropas Guardafronteras de Cuba y la Armada de México, que podría incluir la intercepción de embarcaciones dedicadas al tráfico humano.

Asimismo, añade, ambos gobiernos partirían de la cooperación en materia de tráfico de migrantes para avanzar en la definición de un esquema que facilite el intercambio de información de inteligencia sobre la operación de la delincuencia organizada y las acciones judiciales correspondientes que ha emprendido cada parte.

El potencial acuerdo migratorio entre ambos países incluiría también la revisión y actualización de instrumentos jurídicos vigentes, como los tratados bilaterales de Extradición y de Asistencia Jurídica Mutua en Materia Penal.

Fuente: despacho de IPS

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Una respuesta a “NEGOCIACIONES CUBA-MÉXICO PARA CONTROLAR TRÁFICO HUMANO

  1. Nunca he podido olvidar lo que vi cuando estuve de visita en la isla de La Gonâve. Una tarde, nos paseábamos por una playa desierta cuando me dí cuenta de que a medida que iba caminando, toda la orilla estaba llena de objetos: peines, bolsos, monederos, muñecas… ví varias muñecas… Habían calcetines, objetos de todas clases, todo estaba regado a lo largo de la playa… y supe que era el resultado de los naufragios de los haitianos hacia Miami. Aquello fue muy triste de ver. Cuántas personas dejaron esa huella sobre una playa solitaria, qué triste fue ver eso.
    Personalmente creo que es muy buena idea este tipo de negociaciones. Ojalá y espero el hecho de haber dejado la isla en el 65 y teniendo solo dos años y medio, no me impida estar en Cuba sin tener que pasar por controles bi semanales. Una de las veces viajé con un americano y este pudo pasar la aduana, mientras que yo me tuve que volver. Deseo que este tema también sea tomado en cuenta. Abrazos siempre.

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