No es muy frencuente en mi blog, el tema de la comunidad cubanoamericana de Miami, lógico, me resulta ajena casi toda esa problemática, salvo cuando se refiere a los cubanos de la Isla y la criminal política republicana signada por el irracional bloqueo económico, financiero y hasta familiar contra Cuba… Y precisamente sobre esto trata la siguiente crónica del periódico argentino Clarín, a tenor de la crisis económica que padece Estados Unidos y los pedidos de cambio en la política del gobierno norteamericano hacia la tierra donde nacieron muchos de ellos, sobre todo después de que varios huracanes azotaron la isla y ni siquiera les han permitido ayudar. Los dejo con el texto casi exacto de esta crónica, y el deseo de que sus predicciones de cambio se cumplan para bien de la familia cubana y del mundo…
La crisis económica dispara pedidos de cambio entre los cubanos de Miami
A primera vista en Little Habana, el barrio donde viven los cubano-americanos en Miami, todo sigue igual. Ayer, el restaurante Versailles estaba lleno de gente comiendo «ropa vieja», frijoles negros, arroz y yuca frita. En el Parque Máximo Gómez, una serie de ancianos que llegaron a Miami en la década del ’60 estaban muy concentrados jugando al dominó y el ajedrez. Los clientes de las tradicionales santerías y botánicas de la calle 8 siguen orando y realizando todo tipo de rituales.
Detrás de esta apariencia de continuidad, sin embargo, Little Habana está en efervescencia. La crisis económica que está padeciendo Estados Unidos y el ciclón que destrozó a Cuba aceleraron vertiginosamente lo que, sin duda, podría calificarse de «glasnost cubano-americana».
Después de cuatro décadas de fidelidad al Partido Republicano, cada vez son más los cubano-americanos que están reclamando una «Perestroika». El movimiento es tan fuerte que está a punto de poner fin al reinado de las tres caras más poderosas del exilio cubano en Washington: los diputados Mario y Lincoln Díaz Balart y la diputada Ileana Ros Lehtinen. El 4 noviembre, de hecho, se renueva toda la Cámara de Diputados y los sondeos indican que, por primera vez, sus rivales demócratas podrían impedir que sean reelegidos.
Pero eso no es todo. Los cambios que se están produciendo en el seno del exilio cubano también están favoreciendo la ventaja de hasta 6 puntos que le lleva en algunos sondeos de opinión el candidato demócrata Barack Obama a su rival republicano, el senador y héroe de Vietnam, John McCain, en toda Florida, un estado que será clave en la elección a presidente, el próximo 4 de noviembre.
«Hace exactamente 16 años que Lincoln Díaz Balart es diputado y lo único que ha hecho es defender una política hacia Cuba que es un fracaso. Su discurso ha sido unidimensional. Jamás se ha ocupado de mejorar la situación de la gente. Con la crisis económica, eso ahora se nota. La gente quiere ahora saber qué va a pasar con sus hipotecas, los seguros de salud, sus ahorros», dijo a Clarín Raúl Martínez, el controvertido ex alcalde demócrata de Hialeah, una ciudad en los suburbios de Miami donde, según los sondeos, es muy probable que en noviembre se imponga sobre Díaz Balart.
Recientemente, el diario Miami Herald anunció que apoyaba a Martínez en su carrera con Díaz Balart porque «tiene una agenda amplia y robusta y es un líder que sabe ejecutar. Su tendencia a buscar soluciones prácticas a los problemas políticos será muy positiva para el distrito»
Joe García, el ex presidente de la poderosa Fundación Nacional Cubana, decidió desafiar la candidatura a diputado por el distrito 18 a Mario Díaz Balart y los sondeos indican que el también tiene posibilidades de ganar en noviembre.
«Durante la presidencia de Jorge Mas Canosa, la fundación tenía una sola voz y era republicana, pero desde su muerte en 1997, las cosas cambiaron. Yo siempre fui demócrata», confesó García a esta corresponsal. «Los cubanos están a favor del embargo, pero ahora quieren también más flexibilidad para poder viajar a Cuba y para poder enviarle dinero a sus familiares. Tras el ciclón que devastó recientemente la isla, la gente estaba indignada porque no pudieron ayudar», comentó.
Los números son el mejor indicador de lo que está pasando en Florida. De los 10,7 millones de electores registrados, casi 4,5 millones se reconocieron como demócratas, otros 4 millones dijeron ser republicanos y hay finalmente unos 2,3 millones de anotados que declararon ser independientes.
Sin duda, el republicano McCain sigue teniendo un gran apoyo en el electorado cubano. «Obama es comunista», dijo a Clarín Rodolfo Arias, el cuidador del Parking situado justo enfrente a la Corte Federal de Miami. «Imagínese, se quiere sentar a conversar con Raúl Castro. Con los Castros no se conversa».
«Yo prefiero a McCain porque me da más seguridad», dijo por su parte a Clarín Berta Palmieri, la directora de la Clínica Promed. «A Obama no le tengo confianza».
Después de lo sucedido en el 2000 con el demócrata Al Gore que perdió la elección presidencial en Florida por un voto en la Corte Suprema, los demócratas consideran que este tiene que ser su año y se están jugando aquí el todo por el todo.