Para el doctor en Ciencias Pedagógicas Juan Virgilio López Palacio, Profesor de Mérito y Premio Nacional de Pedagogía, el reclamo del Che de pintar a la Universidad con los colores del pueblo conserva plena vigencia, a pesar de lo mucho que se ha hecho en el medio siglo transcurrido.
López Palacio estuvo presente en el acto de investidura del Comandante Guevara con el título de Doctor Honoris Causa en Pedagogía, y atesora anécdotas, fotografías y documentos que lo convierten en un testigo de excepción.
Sus remembranzas de lo sucedido la noche del lunes 28 de diciembre de 1959 en el Teatro Universitario y una indagación en el Archivo Histórico Provincial, en especial en el diario El Villareño, han posibilitado la reconstrucción del histórico suceso que el periodista Narciso Ramírez Fernández, del periódico Vanguardia relata a sus lectores.
Santa Clara, diciembre de 1959
Se cumplía exactamente un año de la épica Batalla de Santa Clara, y la capital de la entonces provincia de Las Villas organizaba su Semana de la Liberación.
Al efecto, quedó elaborado un amplio programa de actividades entre el sábado 26 de diciembre de 1959 y el viernes 1o. de enero de 1960, que contenía, entre otros homenajes, la celebración del Día del Soldado Rebelde, previsto para el lunes 28 de diciembre.
De manera simultánea, la Universidad Central serviría de sede, desde ese propio 26 de diciembre y hasta el 8 de enero de 1960, de la Primera Feria Exposición de Industrias Cubanas y Villareñas, que incluía también una Exposición de Brasil y un Forum, auspiciado por la FEU Central, dirigida por Antonio Larralde, su primer presidente.
En ese contexto de conmemoraciones, la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas decidió otorgarle al Che —figura cimera de la liberación de Santa Clara y recién nombrado presidente del Banco— la condición de Doctor Honoris Causa en Pedagogía.
Al respecto, el profesor López Palacio —estudiante entonces del 4o. y último año de la carrera de Pedagogía— señala: «La propuesta surge del claustro de profesores de la Escuela de Pedagogía, en particular de los doctores Séntola Ribalta y Emilio Plana Ríos, y una vez cumplidos los trámites de rigor, quedó aprobada por el Consejo Universitario, el cual, en sesión del 1o. de diciembre de 1959, adoptó el acuerdo 890, que expresaba:
«Conceder al Dr. Ernesto Guevara de la Serna el título de Doctor Honoris Causa en Pedagogía de esta Universidad Central Marta Abreu de Las Villas.”
«La decisión era inusual. No por el prestigio y el respeto ganados por el Che ni por el inmenso cariño que el claustro de estudiantes y profesores le profesaba, sino porque era la primera vez en la historia de la enseñanza superior en Cuba que una universidad concedía tan elevado reconocimiento a un luchador revolucionario. Y lo hacía nada menos que la Universidad Central de Las Villas, que contaba en su seno con una fuerza auténticamente progresista y revolucionaria, aunque todavía, por su concepción, y composición social y étnica, seguía siendo elitista.»
Lunes 28 de diciembre de 1959
La Universidad amanece a la expectativa de lo que iba a suceder esa noche.
El periódico El Villareño, en su edición vespertina, se hacía eco de la noticia: «En la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, donde viene efectuándose la Feria Exposición de Industrias Cubanas y Villareñas, que inauguró la noche del sábado último el ciudadano presidente de la República Dr. Osvaldo Dorticós Torrado, tendrá efecto a las 8 y media de la noche de hoy el acto solemne de hacer entrega al Dr. Ernesto Guevara del título de Doctor en Pedagogía Honoris Causa.»
A la hora fijada, el Teatro Universitario estaba abarrotado de público y el Consejo Universitario vestía las togas y los birretes propios del solemne momento.
La salida al escenario del homenajeado —acompañado por los dos padrinos de rigor— hizo que el público estallara en aplausos.
En su condición de testigo presencial, López Palacio rememora: «El Che vestía su clásico uniforme verde olivo y usaba su habitual boina negra rematada por una estrella de bronce. Había llegado acompañado por el capitán Antonio Núñez Jiménez, profesor de Geografía de dicha Universidad, y por el rector Dr. Mariano Rodríguez Solveira.»
La Resolución Rectoral que oficializaba la investidura incluía varios Por cuanto y un único Por tanto. El primero de los Por cuanto decía: «Es misión de las universidades, entre otras, la de reconocer, estimular y propiciar las altas cualidades de la persona humana de modo tal que la sociedad reciba el beneficio consecuente a las relevantes características demostradas en el ejemplo vivo de las vidas ilustres o en la más útil, si se quiere, de dedicación y consecuente sacrificio de la lucha por la libertad y dignidad humana.»
Mientras su único Por tanto expresaba: «De acuerdo con los preceptos estatutarios de esta universidad y en justa compensación a los altos méritos y condiciones que coinciden en la persona del Dr. Ernesto Guevara proponemos: Declarar Honoris Causa de esta Universidad Central Marta Abreu de Las Villas al Dr. Ernesto Guevara en obligado reconocimiento a sus altas virtudes públicas y como ejemplo dignificante para las futuras generaciones que vendrán obligadas, por imperativo de la historia, a la continuación incesante de las luchas por la dignidad plena del hombre, base firme, cierta y única donde descansa el sentido de la libertad.»
«Las palabras de elogio corrieron a cargo del Dr. Emilio Plana Ruiz, ya fallecido, quien ponderó los extraordinarios méritos del guerrillero argentino-cubano y su contribución a la liberación de Santa Clara. Finalmente, el escenario quedó listo para oír las palabras de agradecimiento del Comandante Guevara, mientras una pregunta flotaba en el ambiente: ¿Qué diría el Che?»
Homenaje al Ejército Rebelde
«El Che impactó al auditorio desde el propio inicio, en el que dejó claro que aceptaba el homenaje sólo como un reconocimiento no a su persona, sino al Ejército Rebelde que representaba. Por eso no quiso ponerse la lustrosa toga negra con alzacuello color azul ultramar, símbolo de la Escuela de Pedagogía; aunque manifestó sentirse honrado de recibir tan alta distinción que le permitía sentarse dentro del claustro de profesores.
«Suyas son estas palabras: “Pero al aceptar esta designación, que es un honor para todos nosotros, quería también venir a dar nuestro homenaje, nuestro mensaje de ejército del pueblo y de ejército victorioso.”
«Las ideas del Comandante Guevara reflejaron una profunda ética emancipadora y resultaron motivo de discusión y debate para determinados miembros del claustro, poco acostumbrados a oír hablar de pueblo dentro del recinto universitario. Incluso, muchos profesores nunca llegaron a entender el significado y profundidad de sus palabras cuando le pidió a la universidad pintarse de negro, de mulato, de obrero, de campesino, o sería el propio pueblo quien rompería las puertas y la pintaría con los colores que le pareciera mejor.
«Y cuando terminó el vibrante acto oratorio, todos nos pusimos de pie y lo vitoreamos durante minutos.»
El impacto de las palabras del Che fue recogido, junto al discurso íntegro, por El Villareño en su edición del jueves 31 de diciembre: “[…] el pueblo de pie aplaude por más de un minuto y con el Himno del 26 de Julio se dio fin al acto de investidura de Doctor Honoris Causa de la Facultad de Pedagogía del Comandante Dr. Ernesto Guevara”.»
Universidad Marta Abreu de Las
Villas, diciembre de 2009
Medio siglo transcurrido ha variado sustancialmente el panorama en el recinto universitario villaclareño, debidamente matizado con los colores del pueblo y un variado mosaico de razas y nacionalidades, tal como quería el ilustre Doctor Honoris Causa de Pedagogía la noche que fuera investido.
Para el homenajeado, no sería la última visita al lugar que lo hiciera parte del claustro universitario villareño. A la «Marta Abreu» de Las Villas volvería para la apertura del curso escolar 1962-1963, y allí recordaría al auditorio su condición de Doctor Honoris Causa en Pedagogía.
No obstante, ninguna tuvo tanto impacto como la de esa noche del 28 de diciembre de 1959, hace ahora 50 años, y que para el Dr. en Ciencias Pedagógicas Juan Virgilio López Palacio tendrá siempre una especial connotación: «A los consejos de mi madre de ser un hombre bueno y a los de mi profesor Gaspar Jorge García Galló de ser un hombre trabajador, incorporé el de formar el hombre nuevo que el Che quería, y que hoy, pasado medio siglo, me esfuerzo cada día por conseguir.»