El Código Penal de Estados Unidos prevé una pena de 20 años para quien preconice el derrocamiento del gobierno o del orden establecido; 10 años para quien emita falsas declaraciones con el objetivo de atentar contra los intereses nacionales en sus relaciones con otra nación, y 3 años a quien mantenga «correspondencia o relación con un gobierno extranjero con la intención de influir en su conducta respecto a un conflicto o una controversia con Estados Unidos».
El editorial del periódico Granma leído hoy a lo largo y ancho del país, denuncia que «el imperio y sus aliados se han lanzado a una nueva cruzada para intentar demonizar a Cuba. Su poderosa maquinaria política y mediática ha puesto en marcha una colosal operación de engaño con el objetivo de desacreditar el proceso revolucionario, desestabilizar el país y provocar las condiciones para la destrucción de nuestro sistema social.»
Recibir dinero de una organización terrorista es una felonía severamente castigada en Estados Unidos. Actuar al servicio de una potencia extranjera lo es también. Los delitos de los llamados «disidentes» no tienen nada que ver con la libertad de opinar, sino con la colaboración a sueldo de la superpotencia enemiga en sus planes contra nuestra nación. A todos se les ha probado la recepción, directa o indirecta, de fondos del gobierno de Estados Unidos y de no pocas fundaciones europeas que colaboran con la política de guerra contra Cuba.
En la febril campaña usan a sus mercenarios al antojo. Para obtener bochornosos dividendos políticos, los lanzan a la muerte, sin importarles un ápice verdaderamente esos seres humanos; como no les ha importado nunca tampoco la muerte de más de 3 mil cubanos por actos terroristas organizados y financiados desde Estados Unidos, ni el destino de los más de 2 mil compatriotas mutilados por esos actos abominables, ni los ciudadanos que han perecido en el Estrecho de la Florida al lanzarse en infaustas aventuras tras los cantos de sirena de la asesina Ley de Ajuste Cubano.
Lo que les inquieta verdaderamente es la fortaleza moral de la Revolución, su fidelidad a los principios, su creciente prestigio en nuestra región, donde se ha convertido en importante actor de impulso al proceso de integración, su actuar inteligente y sereno para enfrentar las duras consecuencias de la crisis económica internacional y del bloqueo, su claridad en que hay que cambiar lo que deba ser cambiado en pos de conquistar para nuestro pueblo toda la justicia como nos han pedido Fidel y Raúl.
Por ello el imperio y sus aliados europeos concertan planes, coordinan el trabajo de sus servicios especiales, envían a sus diplomáticos a las calles a monitorear el trabajo de sus asalariados en la isla, incrementan los fondos para la subversión en Cuba. Solo la USAID tiene asignado 20 millones de dólares este año para suministrarle a los grupúsculos contrarrevolucionarios y para financiar el acoso mediático contra Cuba.
Fragmentos del editorial de Granma:
Defenderemos la verdad con nuestra moral y nuestros principios.
NUEVO COLONIALISMO
La dependencia económica es el nuevo colonialismo, por la nueva monarquía u orden mundial, es decir, el orden financiero; basado en el préstamo, la deuda, las armas, la guerra y el monopolio y manipulación de todos estos negocios por un ente casi invisible: La Monarquía Mundial Financiera o LA CORPORACIÓN BRITANICA; aun EEUU es víctima de ella, desde su engañosa independencia en 1776. Siendo la primera emancipación de este tipo. Muchos de aquellos líderes “libertarios” fueron manipulados y engañados; pero hoy sus gobernantes a sabiendas de su servilismo, son hipócritas y más fieles a logias secretas supranacionales que a su propia nación; porque sus promociones, altos grados y respaldos, los alcanzan o reciben, por hacer actos muy vergonzosos, para después poder ser manejados fácilmente a punta de chantajes por sus tutelares corporativos.
Así es, hoy, igualmente en todo el mundo. El G20 actual o países más desarrollados, al igual que EEUU, también han sido víctimas y colonias desde hace más de 200 años de LA CORPORACIÓN BRITANICA y su pulpo bélico y bancario, que se enriquece con el “Gran Teatro o Engaño Mundial” que han impuesto entre las naciones, su propósito es instaurar el caos general, sacarle partido a esto y desmantelar el mundo para debilitarlo y finalmente gobernarlo. Para establecer un NUEVO ORDEN MUNDIAL. Esto se explica muy bien en LA CONSPIRACIÓN MUNDIAL DE LA MAFIA X, léalo gratuitamente en la web: http://www.lucasblancoacosta.com
Lucas Blanco Acosta