«No importa la suerte que corramos, Benny, estas verdades había que decirlas» —le respondió Fidel a su amigo santaclareño Benito Besada, abogado como él y compañero de estudios de la universidad, apenas un minuto después de finalizar su vibrante alegato de autodefensa.
Era la tarde invernal del 14 de diciembre de 1950 y la vetusta Sala Primera de la Audiencia villaclareña acababa de ser testigo de la primera autodefensa de Fidel. Un hecho histórico que fuera dado a la publicidad por el hoy decano de la prensa villaclareña Aldo Isidrón del Valle, Premio Nacional de Periodismo José Martí, como resultado de una acuciosa investigación que rescató para el patrimonio nacional el expediente del juicio que le fuera seguido a Fidel.
Cienfuegos, 12 de noviembre de 1950
En su artículo «Patriótico ¡Yo acuso! de Fidel Castro», publicado en el libro Antes del Moncada, el periodista villaclareño nos revela los antecedentes del juicio a Fidel, que se remontan a un incidente de protesta estudiantil acaecido en la sureña ciudad de Cienfuegos:
«Los sucesos que provocaron el encausamiento de Fidel y su compañero ocurrieron en Cienfuegos, un mes atrás, el 12 de noviembre. La prensa local, con titulares destacados, reseñó la noticia:…Fueron detenidos y remitidos al vivac de Santa Clara, los líderes de la FEU, Fidel Castro, de 24 años, vecino de 3ra. y 2, Vedado, Presidente de la Asociación de Estudiantes de la Escuela de Ciencias Sociales y Enrique Benavides Santos, de 26 años, de Manrique 306, en La Habana, delegado de la Escuela de Derecho, los que habían venido a participar en los actos organizados por los estudiantes en protesta contra las resoluciones del ministro de Educación, Aureliano Sánchez Arango, que originaron un movimiento de huelgas en los institutos…»
Por Narciso Fernández Ramírez, basado en el libro de testimonios de Aldo Isidrón del Valle: «Patriótico ¡Yo acuso! de Fidel Castro», Antes del Moncada, p. 148, Ed. Pablo de la Torriente, 1986.