Por Yoelvis Lázaro Moreno.— Por estos días Cuba se examinará de punta a cabo. Cientos de comunidades y asentamientos a lo largo y ancho de la Isla viven el ajetreo de una gestión de búsqueda y acopio de información, que, sin excepciones ni tratos diferenciados, se interesa por aproximarse a todos, desde la abuelita, el campesino, el recién nacido, la divorciada, el universitario, el exrecluso, hasta el obrero y el ama de casa. No existen salvedades, la intención es que contemos por igual.
Como parte del decimoctavo Censo Nacional de Población y Vivienda, que se desarrollará desde hoy y hasta el próximo día 24, miles de estudiantes universitarios han postergado el inicio de sus clases en este septiembre con el propósito de ayudar a tomarle el pulso estadístico a nuestra población, de lo que podrán inferirse no pocos comportamientos y tendencias de la Cuba de hoy, situada en una coordenada crucial para el empuje de ciertos engranajes económicos, e inmersa en la progresiva implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. Sigue leyendo