Según el jurado que absolvió al terrorista confeso Luis Posada Carriles nada menos que de 11 cargos de fraude, perjurio y obstrucción de justicia, el acusado no es terrorista ni tampoco mentiroso.
Es increíble que luego de las pruebas presentadas, incluida la grabación de una confesión del propio Posada, no lo hayan declarado culpable al menos de mentir.
La farsa en El Paso se veía venir, fue el teatro del absurdo. Posada es un militante del terrorismo y la violencia, y un mentiroso. Es también un chantajista que le sabe mucho a Washington.
Por Rogelio del Río, Radio Reloj