Sin la fanfarria ni la parafernalia presente en la mayoría de las fiestas quinceañeras, el Quinteto Criollo celebra por estos días sus tres lustros de existencia, consagrados al cultivo y salvaguarda de la música campesina y tradicional cubana.
Acompañado de amigos y admiradores el «Quinteto» —de Villa Clara y de Cuba—, recibió un merecido reconocimiento en el Patio Azul de la casona de la UNEAC por parte del Comité Provincial de esta institución, la Gerencia de Artex y del pueblo en general.
Así, entre aplausos, saludos, flores y obsequios Ernestina Trimiño Velasco (voz, maracas y claves), Alberto Arteaga Gutiérrez (laúd), Juan Carlos Campos Piñeiro (voz y guitarra), Pedro Pérez Quintero (bongoes) y Mario Manuel Gutiérrez Díaz (Mayito), director, contrabajo y coro, percibieron que haber dedicado sus vidas durante quince años al cultivo de nuestra música auténtica no había sido en vano.
El Quinteto Criollo inició los primeros pasos de su carrera el 22 de abril de 1996 a instancia de la Dirección Provincial de Cultura de Villa Clara, ante la necesidad de una agrupación integrada por músicos de calidad, que preservara y promocionara la música tradicional y campesina, tanto en el centro del país como en el ámbito nacional e internacional.
Por Francisnet Díaz Rondón
Foto: Carolina Vilches Monzón