El número uno del consejo de transición en Tripoli es nada más y nada menos que Abdelhakim Belhadj, el cabecilla del ramo de Al Qaeda de Libia: el Libyan Islamic Fighting Group (LIFG). Esta organización figuraba en la lista de las organizaciones terroristas prohibidas. El hombre mantuvo contactos estrechos con luchadores de Al-Qaeda en Irak, y especialmente con Abu Musab al-Zarqawi, otro cabecilla de Al-Qaeda, procedente de Jordania.
En 2004 Abdelhakim Belhadj fue detenido en Bangkok por las tropas de los EE.UU. y trasladado a Libia, donde fue encarcelado. En 2010 en el marco de una ley de amnistía fue liberado junto con otros doscientos islamistas. Las últimas semanas y meses jugó un papel prominente en la conquista de Trípoli, y tuvo de dos a tres miles de hombres bajo su mando. Ahora mantiene el control militar sobre la capital de Libia, que logró ocupar gracias a las tropas terrestres especiales de Gran Bretaña y Francia, y el apoyo aéreo de la OTAN. Es una guerra curiosa esa “war on terror”.
Por Marc Vandepitte, Dewereldmorgen.be
Taducción: Ellen Thielemans
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