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Dulcila Cañizares ofrecerá ciclo de conferencias sobre Yarini

Conferencia de Dulcila Cañizares sobre Yarini

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EL CENTENARIO DE LA MUERTE DE YARINI

Yarini, el proxeneta más famoso de Cuba. Se cumplen cien años de su muerte.Dulcila Cañizares, autora de una de las más acuciosas investigaciones alrededor de la figura de Yarini y las circunstancias que rodearon su muerte, entrega a Alocubano un artículo donde realiza otra aproximación al mítico personaje: «Si cien años después de la muerte del proxeneta más famoso de Cuba —afirma—, llegamos a la barriada de San Isidro, en La Habana Vieja, y le preguntamos a cualquier ciudadano, joven o viejo, mujer u hombre, negro, mulato o blanco, quién fue Yarini, le responderá que es el Rey, el Príncipe, el chulo más grande de Cuba, a pesar de que, en realidad, fue el más notable explotador de mujeres de nuestras tierras».

El 2l de noviembre de 1910 ocurría en el marginal barrio habanero el fatídico atentado. «Basterrechea acompañaba a Yarini y, cuando fueron a salir, frente a la puerta de la calle estaba Letot, revólver en mano, mientras que desde la acera y la azotea de enfrente cayó sobre Yarini una lluvia de balas. Aunque se ha repetido que la bala que entró en el centro de la frente de Letot y le causó una muerte instantánea había sido disparada por Yarini, es incierto: Basterrechea fue más rápido que su amigo».

Un día después, Yarini falleció en el hospital de Emergencias, entonces en los altos de Salud y Cerrada del Paseo, en Centro Habana.

A continuación el artículo completo de Dulcila Cañizares:

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LOS DIOSES ROTOS INICIA CAMINO HACIA EL OSCAR

Los dioses rotos, filme cubano. En la escena, sus protagonistas, Silvia Águila y Carlos Ever Fonseca.Los dioses rotos fue lanzada por Cuba a la candidatura del premio Oscar a la mejor película extranjera, según informó la agencia Efe. La película retoma la historia de un famoso proxeneta  (Yarini) de La Habana a principios del siglo XX sobre la que una profesora realiza una investigación para una tesis universitaria con el interés de demostrar la vigencia del personaje.

Este largometraje de ficción, ópera prima de Ernesto Daranas, quien además es el autor del guión, fue estrenado en el XXX Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana en diciembre pasado, donde recibió los premios del público y de la crítica cinematográfica.

La cinta está protagonizada por los actores Silvia  Águila, Ana Bú, Carlos Ever Fonseca, Héctor Noas e Isabel Santos. “Los dioses rotos” fue seleccionada por la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica como la mejor película cubana de 2008 y ha sido galardonada en varios festivales.

Esta misma semana recibió en Estados Unidos los premios a la dirección de arte y a su banda sonora en el Providence Latin American Film Festival (PLAFF 2009).

YARINI, EL REY DE LOS CHULOS CUBANOS

Cubierta de la investigación de Dulcila Cañizares sobre Yarini.La escritora y editora Dulcila Cañizares es la autora de «San Isidro, 1910; Alberto Yarini y su época», una investigación que le llevó más de 30 años de trabajo, y que la convierten en su más acuciosa biógrafa. Ella lo describe como un hombre de cinco pies y seis pulgadas de estatura y 60 kilogramos de peso. Siempre perfumado y bien trajeado. Hablaba pausadamente y en voz baja. Había estudiado en EE.UU. y dominaba el inglés a la perfección. Un hombre educado que tenía a su favor un ámbito familiar distinguido. Sabía escuchar a los que lo superaban en edad y en jerarquía. Todo sonrisas y gestos refinados con las damas cuando se encontraba en el mundo social, político y familiar, pero en su imperio de chulos y prostitutas, matones y gente de mal vivir, era el guapo al que había que hablarle por lo bajo y rendirle pleitesías y respeto.

A partir de este libro, el periodista Ciro Bianchi, recrea la personalidad y algunos sucesos de la vida del mítico personaje: Era Yarini, sigue diciendo Dulcila, un hombre bastante metódico en su vida cotidiana. Se levantaba tarde y desayunaba invariablemente en su casa. Luego, sacaba a pasear a sus perros. Hacía un recorrido habitual. Bajaba por Paula hasta Picota, doblaba a la derecha y caminaba hasta San Isidro para llegar a la fonda El Cuba. Allí se encontraba con su amigo Pepito Basterrechea y bebía un trago de ginebra, un mojito criollo o una copa de coñac. Después los dos amigos continuaban por San Isidro abajo hasta Compostela. En el bar de esa esquina bebía ron o cerveza y se limpiaba los zapatos. En su casa de la calle Paula vivían, en perfecta armonía, Elena Morales, una mulata en la flor de sus 22 años, Celia Martínez, una mestiza preciosa, y La Petite Berthe, la francesa por la que lo mataron. Con el chulo en la cabecera, las tres se sentaban a su mesa en un orden que corría desde la izquierda. Sabían que la que ocupara la silla colocada a la derecha de Yarini sería la elegida de la noche.

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