Cerca de 3.000 evangélicos cubanos, congregados en un oficio campal, enviaron este sábado su solidaridad y oraciones al pastor hondureño José Murillo, preso en su país por denunciar al Ejército por la muerte de su hijo, según los religiosos.
El mensaje es para “nuestros hermanos y hermanas de Honduras” y “especialmente al pastor, nuestro hermano querido, el pastor José Murillo”, dijo el reverendo Raúl Suárez, ovacionado por los presentes.
Según Suárez, Murillo fue detenido “por haber denunciado al ejército y a los usurpadores del poder ante el Comité de Familiares de Detenidos y Desparecidos de Honduras (por) el asesinato de su hijo Ibis Murillo el domingo 5 de julio en el aeropuerto”.
Ibis Murillo fue muerto de un balazo en la cabeza en los choques entre manifestantes y el ejército, durante el fracasado intento de regreso del depuesto presidente Manuel Zelaya a Tegucigalpa.
El oficio tuvo lugar en el principal estadio de fútbol de Cuba, Pedro Marrero.