Por Alina Martínez Triay.— No llega a ser como el famoso actor del cine mudo Buster Keaton, a quien le endilgaron el mote de Cara de piedra, por su inexpresividad, pero sin dudas a muchos les debe llamar la atención que un humorista y además cubano, como Félix Alberto Linares Díaz, tenga una apariencia de hombre serio y de sonrisa tímida.
¿Acaso es por influencia del rostro aparentemente adusto de su colega y jefe, el tan conocido líder de la tropa de Melaíto Pedro Méndez? Sin embargo, es solo una primera impresión. Tanto uno como otro y en general los integrantes del dulce suplemento humorístico del periódico villaclareño Vanguardia, son ocurrentes artesanos de la risa que hacen con el pincel más grata la vida de sus coterráneos.
Converso con Linares en el más inusual de los escenarios, en plena calle, frente a una gran pared donde caricaturistas de la provincia e invitados de otros territorios se enfrascaban en la creación de un gran mural como saludo al aniversario de la publicación. Él, vistiendo un viejo pulóver, “pintado” para la ocasión, y estimulado por un trago del ron con que los artistas allí convocados acicateaban la inspiración, fue respondiendo mis interrogantes. Sigue leyendo