OVIEDO Y SANTA CLARA, UNA HERMANDAD QUE YA CUMPLE OCHO AÑOS

Techos de edificios multifamiliares en Santa Clara están siendo impermeabilizados con la colaboración del Ayuntamiento de Oviedo, España.En mayo del 2000 se inició el hermanamiento de dos ciudades muy distantes en su geografía: Santa Clara, en la provincia de Villa Clara, Cuba, y Oviedo, en el Principado de Asturias, España. Entiéndase que a partir de ese momento se hicieron mucho más estrechos los lazos de amistad y solidaridad entre ambos pueblos y sus respectivos gobiernos.

Este puente de confianza, ayuda y respeto, tendido a la distancia de más de siete mil kilómetros, ha tenido como embajador permanente al concejal Roberto Sánchez, un gran amigo de Cuba y su Revolución. Y el vínculo más práctico y conocido de esa relación ha sido el apoyo del Ayuntamiento de Oviedo en un proyecto de impermeabilización de edificios multifamiliares, del cual se han beneficiado cerca de cuatro mil viviendas.

Recientemente, el Concejal ovetense recorrió varios lugares de Santa Clara donde se materializa este proyecto constructivo: la comunidad rural del Yabú, y los repartos santaclareños José Martí, Escambray, Camacho-Libertad y Virginia. Para este año se prevé continuar el plan de 86 concebido en el 2008 —interrumpido por los huracanes que azotaron la isla—, con unos 30 inmuebles más.

Este hermanamiento ha propiciado alrededor de 14 proyectos de colaboración, además de un constante intercambio de profesionales y artistas de ambas partes.

 Ocho años de fructífero hermanamiento

Por Narciso Fernández

Cuando en mayo del 2000 las ciudades de Santa Clara, Cuba, y Oviedo, Principado de Asturias, España, firmaron el convenio de hermanamiento se inició una nueva etapa de relaciones basadas en el respeto mutuo, que al cabo de ocho años ha rendido fructíferos resultados.

Un puente de amistad y solidaridad tendido a la distancia de más de siete mil kilómetros que ha tenido como embajador permanente al concejal Roberto Sánchez, un gran amigo de Cuba y de su Revolución, que en días recientes visitó la capital de Villa Clara para estrechar aún más los lazos que unen a ambas localidades.

Vanguardia obtuvo declaraciones exclusivas acerca del significado de la cooperación y lo alcanzado a lo largo de estos casi nueve años.

–A casi una década, ¿qué ha significado el hermanamiento entre ambas ciudades?

–Los vínculos con Santa Clara son muy fuertes y en ese sentido ha existido un respeto entre los dos pueblos y un intercambio importante. Oviedo aporta proyectos de cooperación de beneficio para el pueblo y gobierno y también se mantiene un estrecho vínculo entre nuestras universidades. Eso quiero destacarlo.

«En estos casi nueve años hemos pasado por momentos difíciles, externos a la voluntad de los dos municipios, que fue la etapa dura contra Cuba por parte del gobierno del señor Aznar. Por fortuna, encima de las coyunturas políticas y partidistas están los pueblos y ahora estamos acá para garantizar su continuidad.

«Hemos logrado que la gente de Oviedo venga a Santa Clara y no se quede solo en La Habana o Varadero. Hace escasamente un mes un grupo de 50 personas vinieron de allá y visitaron la ciudad y el Museo del Che.

«Ahora Santa Clara se torna cita obligada de muchos ovetenses que conocen de los vínculos que nos unen. Y eso antes del hermanamiento no ocurría.»

–¿Cuáles han sido los resultados concretos de esta hermosa hermandad?

«En cuanto a resultados del hermanamiento ha quedado la huella en muchos proyectos de colaboración y en un intenso vínculo entre profesores de nuestras universidades.

«La semana pasada estuvo el profesor Germán Ojeda, de la Universidad de Oviedo, quien impartió clases magistrales sobre Economía y otras materias y explicó como se ve desde su óptica la actual crisis económica del sistema capitalista.

«También quiero destacar el proyecto que se lleva a cabo en la comunidad Julián Grimau, del Yabú, localidad que lleva el nombre de un comunista español víctima del franquismo y que va creando condiciones, junto a los demás planes comunes, para afirmar que existe un hermanamiento potente.

«Hago una valoración muy positiva de la cooperación mutua y creo que el gobierno de Santa Clara y de Villa Clara están de acuerdo conmigo de que este hermanamiento está vital, con buena salud.

«Siempre hay que ir haciendo cosas, e incluso me gustaría que se hiciesen más. Conozco bien la vida cultural de esta ciudad y desearía ver a grupos de música y de otras manifestaciones del arte actuando en Oviedo.

«Pero bueno, lo importante resulta que en el plano intelectual, en el de las ideas, el hermanamiento no toma asiento y el único condicionamiento que tenemos es el económico.

«Oviedo tiene más de mil 200 años de historia y está hermanada con otra menor, de apenas 320, lo cual veo como una fusión muy bonita y un rico intercambio entre una cultura tan variada como la cubana y la milenaria ovetense, de tantas afinidades entre sí.»

–¿Refiérase a las perspectivas para este año 2009?

–En cuanto a las perspectivas para este año que se inicia debo decir que nosotros somos absolutamente respetuosos con las decisiones que tome el gobierno de Villa Clara.

Concejal, y de estos recorridos recientes por Santa Clara, de estas visitas e intercambios suyos en diversos lugares ¿qué ha apreciado?

–Ten en cuenta que mi punto de referencia de Villa Clara y de esta ciudad es el del período especial, de ahí que cualquier análisis que yo hago de Cuba, incluso el más contemporáneo, es a partir de esos años.

«Por eso afirmo que los cambios son asombrosos y tengo varios ejemplos, aunque uno basta. En 1993 ó 1994, en calles céntricas de La Habana, casi no veías pasar los carros, y ahora ni aparcar puedes. Si trasladamos eso a Santa Clara resulta exactamente lo mismo.

«Cualquier otro país del mundo se hubiese ido al carajo. Cualquier otro país hubiese sucumbido, pero Cuba no. La Isla dio una vez más dio un ejemplo único a la humanidad y es que pasando hambre la población –que hay que decirlo– la gente logró vencer esos años de dificultad.

«Y la causa de la proeza estuvo en que habían unos objetivos que tenían que ver con toda la Historia de Cuba, que no empezaron en 1953, ni con el Granma, sino que iniciaron mucho más atrás, desde 1868, eso les permitió resistir y vencer.

«Veo a una Villa Clara, a una Santa Clara muy mejorada, con problemas muy serios, con problemas que afectan a edificios históricos pero que a pesar de todas esas dificultades la gente va adelante.

«Encuentro en la población muchos ánimos para seguir luchando, que es lo que realmente le da a un territorio el concepto de país, el concepto de lucha, de esperanza, de futuro.

«Observó también una tremenda unidad de las fuerzas intelectuales y trabajadoras de Cuba. A partir de ahí está el futuro.»

El diálogo ha cerrado el último día de estancia del Concejal Roberto Sánchez en Santa Clara.

Durante dos intensas jornadas recorrió lugares de interés social y sitios donde la hermandad entre ambas ciudades ha brindado sus frutos.

También tuvo un rico intercambio con las principales autoridades gubernamentales del territorio, encabezado por su presidente Alexander Rodríguez Rosada, en el cual se esbozaron nuevas ideas que pronto pudieran convertirse en tangible realidad.

El hermanamiento entre dos ciudades distantes geográficamente pero cercanas en la historia y la vida, tiene en Roberto Sánchez a un verdadero realizador de sueños.

De Santa Clara y Oviedo no puede hablarse sin incluir en la historia a este anónimo protagonista, cuya principal felicidad, como dijera Carlos Marx, de cuya doctrina es ferviente seguidor, es la lucha.

Fuentes: Periódico Vanguardia y CMHW

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