Bajo el mismo sol, bajo todas las miradas

Bajo el mismo sol

Bajo el mismo sol, polémica telenovela cubana.

Por Yuris Nórido.Casa de cristal, la primera temporada de la telenovela Bajo el mismo sol, ha causado en ciertos espectadores gran inquietud. Muy al estilo de las últimas producciones dramatizadas cubanas, no se conforma con entretener: ha asumido el reto de abordar cuestiones polémicas de la más reciente actualidad.

Desde el asunto principal, la reinserción en la sociedad de tres ex reclusas, hasta otras tramas dedicadas a la corrupción, la educación de los hijos, el maltrato familiar… la telenovela está presentando un panorama bastante problemático de la contemporaneidad.

No obstante, hay un tema que sin dudas motiva la mayor cantidad de opiniones encontradas: la homosexualidad femenina, representada por una de las tres protagonistas.

Muchos consideran que en las últimas producciones nacionales se ha abusado del asunto, y no creen que ese sea el espacio para abordarlo. Creen, en el mejor de los casos, que la popularidad de las telenovelas puede atraer demasiados ojos a algo que debe permanecer en ámbitos más bien íntimos.

Otros, francamente, piensan que hablar sobre el tema es peligroso para niños y adolescentes, pues pueden revertir sus nociones establecidas de normalidad.En este mismo sitio, hace algunas semanas, al comentar un artículo sobre la novela brasileña que alterna con Bajo el mismo sol, buena parte de los lectores parecían necesitados de expresar sus criterios sobre la manera de abordar la homosexualidad en la serie cubana.
Incluso, a algunos les parecía “asquerosa” y “explícita”.Primero que todo, debe quedar claro que nunca la teleserie ha explicitado actos amorosos entre dos mujeres, más bien los ha sugerido, con una contención y cuidado que prácticamente los vela.

Y segundo, algo que se olvida con demasiada frecuencia: el espacio de la telenovela no es parte de la programación infantil, cada padre es responsable de que sus hijos lo vean. Sin contar que, de cualquier forma, no creemos que en Bajo el mismo sol se haya trasmitido nada que ponga en peligro la educación de los más pequeños.

Es perfectamente legítimo que los creadores de la serie hayan dedicado una de las tramas principales a la homosexualidad, porque, es evidente, los homosexuales existen y tienen conflictos perfectamente dramatizables. De hecho, con todo que parezca excesiva la presencia de estos temas en los últimos años, apenas se han esbozado, quedan todavía muchas aristas por explorar.

Bajo el mismo sol ha querido profundizar, y para hacerlo ha tenido que luchar (incluso que pactar) con los prejuicios vigentes.

Los que creen, con la mejor de las intenciones, que los conflictos por la orientación sexual deben ser tratados en un espacio más personal, olvidan que en buena medida son temas que trascienden la propia intimidad de los involucrados.

Lo que le sucede a Lisette en la novela ha sucedido, sucede a menudo, en muchos hogares. Darle visibilidad al asunto, al menos contribuirá a discutirlo, a manejar argumentos. Y es la telenovela, precisamente por su impacto, uno de los espacios privilegiados para hacerlo.

Es significativo que otros asuntos tratados en la serie, incluso lesivos para el bienestar común, no reciban tanta atención. Habla de los prejuicios que persisten en buena parte de la población, incluso con la relativa presencia de los temas de educación sexual en otros espacios.

Hasta el momento, el tratamiento al tema de Bajo el mismo sol ha sido prudente, sin permitirse ser didáctico. Ha presentado una situación de conflicto y ha dado voz a todos, sin asumir que por su opinión, fuera cual fuera, sean personajes negativos.

En la serie se han mostrado francos actos de homofobia, nacidos del prejuicio y el desconocimiento. Se le ha otorgado, con todos los matices, normalidad al problema. Una normalidad que hace también legítima la discusión.

La telenovela aborda, con la misma ecuanimidad, otros problemas acuciantes de la sociedad contemporánea. Hubiera sido legítimo para el género no hacerlo: tomar el rol del mero espacio de entretenimiento, narrar las una y mil veces contadas historias de triángulos amorosos, héroes y villanos, encuentros y desencuentros…

Pero Bajo el mismo sol ha querido meter las manos en el aquí y ahora. Tiene todo el derecho. Como nosotros tenemos el derecho, la opción, de cambiar de canal si no nos conviene.

Fuente: Portal Cubasi.cu

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