Fidel regresó a Palacio 50 años después. Pocas personalidades históricas pueden darse el lujo de regresar, medio siglo después, al mismo sitio en que fueron protagonistas de un hecho trascendente. Ese raro privilegio lo tuvo Fidel en la mañana de este 28 de septiembre, cuando desde el antiguo Palacio de Gobierno, rememoró la fundación de la principal organización de masas de Cuba: los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
Y lo hizo, para mayor connotación, casi exactamente desde el mismo sitio de aquella memorable noche del 27 de septiembre de 1959 y bajo la bandera cubana que en tantas victorias lo ha acompañado.
Entonces, una foto de Liborio Noval (arriba) dejó constancia gráfica de aquel inolvidable momento –revivido hoy cincuenta años después–, en la que aparece el pueblo de siempre apoyando a su líder histórico.
La prensa cubana y extranjera publicó las fotos de la intervención de Fidel en las Naciones Unidas.
Aquella noche del 27 de septiembre, Fidel acababa de regresar de Nueva York tras un periplo de 10 días que lo llevó a hablar en la ONU y pronunciar uno de sus más trascendentales discursos en la arena internacional.
Todavía su frase: «Cese la filosofía del despojo y habrá cesado la filosofía de la guerra», conserva intacta su significación, sin que haya perdido un ápice de vigencia; al contrario, la ha ganado a medida que el mundo se ha tornado cada vez más desproporcionado a favor de los ricos y la guerra.
Por Narciso Fernández Ramírez
Como hace unos días –el 3 de septiembre en la escalinata de la Universidad de La Habana–, los cubanos volvimos a ver a un Fidel enérgico y vital, con su traje verde olivo de siempre y su acostumbrado optimismo, el mismo que le hace vislumbrar un futuro luminoso para nuestro pueblo y la humanidad, aun en las más adversas condiciones.
La necesaria remembranza de aquellos días en que la Revolución nacía a solo 90 millas de la súper potencia, como el propio Fidel afirmara, y cuyo pujante cambio ponía a prueba la soberbia del Imperio, hizo a muchos retrotraerse en el tiempo; al momento en que sonaron aquellos «petarditos» y surgiera la revolucionaria idea de crear un sistema de vigilancia colectiva cuadra a cuadra, génesis de la que devendrían los Comités de Defensa de Revolución.
De privilegio, calificó Fidel el reencuentro con su pueblo, al que aconsejó inteligencia y valor para continuar la lucha a medio siglo de aquel acontecimiento, que cambió radicalmente la suerte de la contrarrevolución interna y dotaría a la Revolución de un eficaz instrumento de lucha.
Cincuenta años después, Fidel expresó la seguridad de que los cubanos seguirán cumpliendo la promesa de aquella noche.
Insistió Fidel en que tanto la inteligencia como el valor deben marchar juntos, al unísono, por el camino que conduce a la victoria, sin subestimar nunca al enemigo imperialista.
Casi en los finales de su pieza oratoria, leída con fluidez y énfasis, afirmó: «No vacilo en proclamar que hemos cumplido y ustedes seguirán cumpliendo la promesa de aquella eterna noche.»
Cuba volvió a vibrar junto a su Comandante en Jefe, y de nuevo renacieron en el corazón de los cubanos las razones que llevaron al surgimiento de la pujante organización de masas. Medio siglo después Fidel regresó a Palacio.
Esa misma noche, al término del discurso, nacían los primeros Comités de Defensa de la Revolución (CDR), suigéneris organización que seis meses y varios días después desarticularía a los elementos que pretendían servir de quinta columna a la brigada mercenaria derrotada en Playa Girón.